Rocio y Ana, pacientes con cancer de mama: “Es como un tsunami, pero siempre hay gente que te va a apoyar”
“Cuando te toca es un shock, es un tsunami devastador. Te arrasa y te parte por la mitad”. Asi es como recuerda Ana para 20minutos lo que sintio al recibir su diagnostico de cancer de mama; ahora, estando ya muy avanzada en el tratamiento, reconoce que la realidad de la enfermedad puede ser muy diferente a lo que una imagina en un principio: “siempre hay luz al final y la gente a tu alrededor te ayuda mucho”.
Su experiencia coincide en varios puntos con la de Rocio, que tambien ha querido compartir su historia con este medio. Como Ana, ella tambien emplea la imagen de la montaña rusa para describir el periplo del cancer; y, similarmente, destaca la importancia de “la red de personas y apoyos a tu alrededor” a lo largo del camino.
“Un jarro de agua fria el dia antes de mi cumpleaños”
En el caso de Ana, que se dedica profesionalmente a la contabilidad en la actualidad tiene 44 años de edad, la noticia llego el pasado mes de junio. “Fue todo muy rapido”, narra. “Palpandome, me note un bulto en el mes de junio y ya para julio me habian diagnosticado… Ademas, en mi caso se trataba de un cancer bilateral”.
“Enseguida me hicieron todas las pruebas y, como afortunadamente estaba localizado, decidieron empezar a darme la quimioterapia. Han sido dieciseis sesiones y hace una semana me han hecho la cirugia; despues, me queda la radioterapia que es lo que menos miedo me da”, cuenta.
Por su parte, Rocio es profesora de secundaria. Tiene a dia de hoy 42 años, y para ella el diagnostico llego como resultado de un control rutinario de pecho el dia antes de su 41º cumpleaños. “Desde joven he tenido muchos fibroadenomas en las mamas, que son unos nodulos benignos, pero por ello me venian haciendo ecografias de manera habitual”.
“Fue un jarro de agua fria”, rememora. “Recuerdo pensar que vaya regalo. Pero cuando al ver al dia siguiente que todo el mundo me felicitaba y me llamaba, senti que estaba rodeada de gente que me queria. Mi mentalidad cambio y en los dias posteriores lo fui contando”.
“No piensas nunca que vas a ponerte radioterapia”
Dentro de que el tipo de enfermedad y el sitio (las mamas) sean los mismos, lo cierto es que la patologia muestra formas muy diferentes en cada paciente. Estas caracteristicas unicas, como es logico, determinan evoluciones e incluso procedimientos y tratamientos muy distintos; en terminos generales, la mayoria de los enfoques incluyen la combinacion de quimioterapia, cirugia y radioterapia.
“Decia: esto no me esta ocurriendo, no es para mi y yo no tendria que estar aqui”
“Ese es otro shock”, dice Ana. “No piensas nunca que tu vas a entrar en un hospital de dia a ponerte quimioterapia. Yo el primer dia no queria entrar y mi oncologa tuvo que acompañarme. Decia: esto no me esta ocurriendo, esto no es para mi y yo no tendria que estar aqui”.
A medida que fue avanzando el tiempo, sus reacciones fueron cambiando. “La segunda fue un poco mejor. En la tercera ya incluso me quedaba hablando con las enfermeras. Despues de 16 sesiones, ya las considero mis amigas”.
“No quiero romantizar la quimio”, apostilla, “pero pensaba que iba a estar todo el dia llorando y en los cinco o seis meses que han sido me he reido muchisimos dias y muchos dias seguidos. Pensaba que no iba a ser la que yo era y si he podido ser yo misma”.
“La gente me decia que se me veia muy bien”
El tratamiento de Rocio, por el contrario, no incluyo quimioterapia: “Yo fui directamente a hacerme una cuadrantectomia; es decir, ni siquiera me quitaron toda la mama, solo una parte afortunadamente. Despues, tuve un tratamiento de radioterapia y uno quimiohormonal con el que tendre que estar varios años”.
“A lo largo de ese tiempo te van apareciendo efectos secundarios”, prosigue. “Para mi lo mas destacable de la radioterapia ha sido el cansancio, junto con ciertos daños de la piel, aunque yo he seguido al maximo los consejos de los medicos para evitarlos todo lo posible”.
“Luego, el tratamiento hormonal es basicamente como provocarme la menopausia antes de tiempo. He aumentado de peso, he tenido dolor articular, he tenido insomnio y me han aparecido miomas en el utero de los que me he tenido que operar”, añade.
No obstante, explica, “algo que me gusta contar y poner en valor es que a lo largo de todo el proceso a mi no se me cayo el pelo ni perdi las cejas ni las pestañas, no tiene por que pasar. De hecho, me pasaba que la gente de mi entorno me decia ‘se te ve muy bien’ y yo a lo mejor estaba agotada por la radioterapia”.
“Desde el primer momento he tenido ayuda”
Las dos ponen en valor la labor que en cada uno de sus casos desempeño la Asociacion Española contra el Cancer. “A mi me ofrecieron desde el primer momento terapia con una psicooncologa y despues he pasado por el grupo de ejercicio fisico, en el que he podido hablar mucho y hacer mucha piña con mis compañeros”, desarrolla Rocio.
“Me he terminado haciendo un curso de formacion y ahora estoy de voluntaria en el mismo hospital en el que yo me he tratado”
“Incluso, a raiz de ver los servicios que prestan, me llamo mucho la atencion su programa de voluntariado acompañando a pacientes oncologicos. Me he terminado haciendo un curso de formacion y ahora estoy de voluntaria en el mismo hospital en el que yo me he tratado”.
Ana coincide. “Desde el primer momento he tenido ayuda”, dice. “He tenido asistencia de una psicooncologa y he tenido charlas con otras personas que han pasado por lo mismo que yo. Eso me dio mucha fuerza porque decia: jo, si ellas despues de tantos años estan asi de bien yo tambien. Yo tambien puedo”.
“Incluso hice con ellos un taller de maquillaje”, añade ilusionada. “Es algo que te anima el dia, te ayuda a verte bien, con buena cara”.
Precisamente, 20minutos tambien ha tenido la oportunidad de hablar con Pablo Esteve, coordinador de voluntariado de la AECC en el grupo hospitalario HM, que ha explicado que “la idea es poder ofrecer en las diferentes fases de la enfermedad una ayuda a los pacientes. Lo hacemos tanto con profesionales como pueden ser los psicologos, los trabajadores sociales o los fisioterapeutas como a traves del voluntariado”.
“Como voluntarios”, expresa, “resulta muy gratificante ir viendo su avance, como estas personas van conociendose a si mismas y quitandose esas ideas que todos tenemos en torno a la palabra cancer. Tambien el saber que gracias a que nos apoyamos en los servicios de la asociacion podemos ofrecerles herramientas de verdad, podemos derivarles a un psicologo o a un fisioterapeuta si lo necesitan, tenemos medios para apoyarles”.
“Es vital rodearse de apoyos y confiar en los medicos”
Tanto Ana como Rocio afrontan los proximos pasos con una esperanza que choca mucho con ese golpe inicial que, describen, fue el diagnostico del cancer.
“Ahora tengo que recuperarme de la cirugia y pasar por la radioterapia”, dice Ana. “Despues espero que me haya crecido un poco mas el pelo y volver a trabajar; pero sobre todo quiero seguir haciendo mi vida, disfrutandola todavia mas. Y viajando. Creo que he viajado poco y quiero viajar mas ahora, quiero seguir yendo a la playa, seguir yendo al campo a dar paseos y disfrutar de la naturaleza. Quiero salir con mis amigas y mi pareja. Tengo muchas ganas de hacer muchas cosas”.
Precisamente, su mensaje para quienes reciben un diagnostico de cancer de mama es que “aunque vaya a ser muy duro, durante mucho tiempo, siempre se encuentra algo positivo en el dia a dia. Que siempre hay luz al final y que son muchas las personas y los profesionales que van a ayudar”. Tambien, recuerda que el panorama terapeutico “evoluciona cada año, muchisimo, y los medicos cada vez saben mas. Cambia de un año para otro, pero para ello es necesario que haya financiacion y recursos, que se investigue”.
Por su parte, Rocio considera vital “tener personas y apoyos alrededor con las que poder compartir todas las emociones que van surgiendo. Y confiar en los medicos”.
Y añade: “Hay que vivir en el presente. Recordar que cada dia es una nueva oportunidad; si un dia una no se encuentra bien o esta triste y no le apetece salir ni ver a nadie, el dia siguiente habra otra oportunidad para hacerlo”
“Cada proceso oncologico es diferente”, recuerda, “y cada persona tendra unas necesidades diferentes a las de los demas; hay que permitirse sentir todo lo que vaya surgiendo, sin ‘censurar’ ninguna clase de emocion que pueda ir surgiendo”.
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Fuente: www.mmmedicalpr.com