¿Alergia a los dispositivos electronicos? La realidad cientifica detras de esta misteriosa afeccion
¿Habias oido alguna vez de la ‘alergia al wifi’? Por extraño que suene, existe un gran numero de personas que cree padecer ‘electrohipersensibilidad’ o ‘sensibilidad electromagnetica’, que vendrian a ser los nombres tecnicos de la condicion. En paises como España ha sido incluso motivo de reclamaciones de incapacidad permanente (exitosas en algunas instancias, como recoge el periodico El Pais) y hasta existe una asociacion (Asociacion Electro y Quimico Sensibles por el Derecho a la Salud); otros, como Suecia, la reconocen legalmente.
En cambio, la comunidad cientifica no esta muy convencida de todo el asunto (por no decir directamente que se considera acientifico). Asi lo refleja por ejemplo la Organizacion Mundial de la Salud o el Comite de Expertos de la Union Europea. Se han llevado a cabo muchos estudios (y es que los reportes se vienen produciendo desde comienzos del siglo pasado) y, hasta la fecha, todos (los serios) han fallado en encontrar una relacion entre los dispositivos y los sintomas reportados.
¿Que dice la ciencia?
Por ejemplo, una revision de la literatura medica al respecto llevada a cabo en el año 2019 y publicada en Environmental Health encontro que aquellas investigaciones que si sugerian un vinculo entre la exposicion a dispositivos electronicos y sintomatologia tenian errores metodologicos importantes, como no cribar a los participantes para otras condiciones que si podian causar los sintomas que presentaban.
Adicionalmente, un experimento de 2018 reportado en el medio academico de alto impacto Frontiers expuso a pacientes autodiagnosticados con electrohipersensibilidad a campos magneticos y a señales falsas, diciendoles en algunos casos que estaban expuestos y en otros que no. Estas personas reportaban mas sintomas cuando pensaban que si lo estaban, al margen de cual fuera la realidad, por lo que los autores concluyeron que no eran capaces de sentir realmente los campos electromagneticos.
En esta linea se mueven las ultimas evidencias, que como sintetiza una revision del año 2020 publicada de nuevo en la revista Environmental Health, apuntan en todo caso a que los sintomas referidos por estas personas se deberian a un efecto nocebo (mas o menos lo contrario al placebo: mostrar signos cuando creemos que algo nos esta sucediendo)
¿Son reales los sintomas?
Por tanto, si que hay personas que pueden estar mostrando sintomas reales, pese a que la relacion causal que ellos atribuyen a los campos electromagneticos de los dispositivos no parezca estar ahi de acuerdo con lo que sabemos.
Algunos de los reportados en los estudios previamente citados incluyen cefaleas de diverso grado y tipo, hormigueos y sensaciones tactiles variadas, mialgias, reacciones cutaneas, problemas de memoria y concentracion o mareos y vertigos; cabe apuntar que muchas veces los propios pacientes los asocian a dispositivos concretos, como ordenadores o telefonos.
Entonces, cuando estos sintomas son reales aunque los campos electromagneticos no los causen, existen ciertas posibilidades de tratamiento (aunque no existen estrategias estandarizadas, al no estar la electrohipersensibilidad reconocida como enfermedad).
¿Como se afronta medicamente?
En primer lugar, la OMS recomienda buscar otras posibles causas de los sintomas que informe el paciente, como por ejemplo patologias subyacentes o factores presentes en el entorno de la persona (contaminacion, ruido excesivo, mala iluminacion, problemas de ergonomia en los objetos utilizados).
En segundo, se propone un posible origen psicologico o psiquiatrico de los signos clinicos, por lo que es conveniente examinar a la persona y en su caso poner en marcha estrategias destinadas a abordar este aspecto (principalmente, tecnicas de psicoterapia como la terapia de exposicion).
Al final, y aunque hay que subrayar que no existe ninguna evidencia cientifica de que los campos electromagneticos de los dispositivos electronicos puedan dañar el cuerpo humano y provocar sintomas en consecuencia (y es importante disponer de informacion fiable al respecto, precisamente por el componente psicologico del que hablabamos), el padecimiento de las personas no es necesariamente menos real; ante cualquier malestar, es vital que se reconozca el derecho de todos a ser atendidos y tratados.
Referencias
Íñigo Dominguez. La supuesta ‘alergia’ al wifi, en el banquillo. El Pais (2017). Consultado online en https://elpais.com/politica/2017/01/12/actualidad/1484248289_162400.html el 29 de febrero de 2024.
OMS (2014). Campos electromagneticos y salud publica: telefonos moviles. Consultado online en https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/electromagnetic-fields-and-public-health-mobile-phones el 29 de febrero de 2024.
Schmiedchen K, Driessen S, Oftedal G. Methodological limitations in experimental studies on symptom development in individuals with idiopathic environmental intolerance attributed to electromagnetic fields (IEI-EMF) – a systematic review. Environmental Health (2019). DOI: 10.1186/s12940-019-0519-x.
Stacy Eltiti, Denise Wallace, Riccardo Wallace, Ricardo Russo, Elaine Fox. Symptom Presentation in Idiopathic Environmental Intolerance With Attribution to Electromagnetic Fields: Evidence for a Nocebo Effect Based on Data Re-Analyzed From Two Previous Provocation Studies. Frontiers (2018). DOI: https://doi.org/10.3389/fpsyg.2018.01563
Dieudonne M. Electromagnetic hypersensitivity: a critical review of explanatory hypotheses. Environmental Health (2020) DOI: 10.1186/s12940-020-00602-0.
World Health Organization. Radiation and Health – Electromagnetic hypersensitivity. Consultado online en https://www.who.int/teams/environment-climate-change-and-health/radiation-and-health/non-ionizing/emf/hypersensitivity el 29 de febrero de 2024.
Fuente: www.mmmedicalpr.com