Las dos clases de medicamentos que debes evitar para proteger tu cerebro segun la Universidad de Harvard
La demencia afecta ya a mas de 900.000 personas en España (de acuerdo con los datos proporcionados por la Fundacion Pasqual Maragall) y solo se espera que esa cifra crezca en las proximas decadas, en gran medida debido al envejecimiento de la poblacion.
Con todo, la edad no es el unico factor de riesgo determinante en esta clase de enfermedades. Otros muchos aspectos del estilo de vida, el nivel de recursos, el entorno y los habitos tambien juegan un papel importante. Por ejemplo, existen evidencias de que el consumo de algunos farmacos pueden aumentar el riesgo de demencia; afortunadamente, en muchos casos existen alternativas.
Ansioliticos y anticolinergicos
Como explica la Universidad de Harvard en su portal web, dos clases de medicamentos que se han relacionado de manera especialmente estrecha con un mayor riesgo de padecer demencia son los ansioliticos (empleados en el abordaje de los trastornos de ansiedad, los trastornos de animo, los trastornos del sueño e incluso en problemas musculares) y los anticolinergicos (que se usan para tratar alergias, resfriados, trastornos del animo, hipertension, incontinencia…).
Estas conclusiones parten de dos estudios de gran cohorte, publicados respectivamente en las revistas cientificas BMJ y JAMA Internal Medicine durante la pasada decada. Previamente, los cientificos ya consideraban que las benzodiacepinas, los antihistaminicos y los antidepresivos triciclicos podian no ser opciones de tratamiento apropiadas para adultos mas mayores, debido en parte a sus efectos secundarios (como confusion, niebla mental, lapsos de memoria) que pueden llevar a complicaciones como caidas o accidentes en esta demografia.
Por otro lado, hay que aclarar que ninguno de estos trabajos era un ensayo clinico aleatorizado, con lo que en ningun caso constituyen evidencia de que estas medicaciones causen la demencia.
Por que afectan al cerebro
Sea como sea, un punto interesante es que en ambos casos cuanto mayor era la exposicion a los farmacos mayor era el aumento en la probabilidad de recibir un diagnostico de demencia. En el caso de los anticolinergicos, por ejemplo, tomarlos durante tres años elevaba las posibilidades en un 54%; en el de las benzodiacepinas (ansioliticos), la exposicion por mas de seis meses en los cinco o seis años precedentes al diagnostico las incrementaba en un 85%.
Cabe apuntar que es natural que afecten de manera mas intensa a las personas de mayor edad, de acuerdo con algunas de las cosas que sabemos sobre como cambia el procesamiento de los medicamentos con la edad. A medida que envejecemos, nuestro higado y riñones tardan mas en eliminarlas del cuerpo, con los niveles en sangre del farmaco se mantienen mas alto durante mas tiempo. Por otra parte, a menudo se almacenan en los tejidos grasos, con lo que las personas con mayor proporcion de este tipo de tejido pueden seguir sintiendo los efectos a lo largo de dias despues del cese del farmaco.
Para entender por que sustancias como los anticolinergicos o las benzodiacepinas pueden dañar el cerebro, debemos tener en cuenta que ambos afectan a la actividad de los neurotransmisores (una suerte de ‘mensajeros quimicos’ que sirven para intercambiar informacion en el sistema nervioso central). Especificamente, los anticolinergicos bloquean la accion de la acetilcolina (involucrada en la memoria y el aprendizaje, pero tambien en la contraccion de los vasos sanguineos, las vias respiratorias o la digestion) y las benzodiacepinas potencian la del acido gamma-aminobutirico (GABA), que disminuye la actividad de las neuronas.
Explorando alternativas
No debemos olvidar, de todos modos, que no existen medicamentos libres de riesgo. Lo importante, en estos casos, es consultar con el medico que nos receta nuestro perfil particular y nuestros factores de riesgo; idealmente, se debe realizar un balance entre los beneficios de tomar un determinado farmaco y sus posibles consecuencias negativas, escogiendo asi la opcion mas apropiada.
En cualquier caso, lo que no se aconseja nunca es que los pacientes dejen de tomar las medicaciones por si mismos y unilateralmente; dejar repentinamente sustancias como los anticolinergicos o los ansioliticos puede conllevar importantes riesgos. Debe ser en todo caso el profesional el que marque un plan para abandonar el tratamiento si lo considera apropiado.
Referencias
Observatorio del Alzheimer y las Demencias / Fundacion Pasqual Maragall (2023). Actitudes y percepciones de la poblacion española sobre el alzheimer. Consultado online en https://fpmaragall.org/wp-content/uploads/2023/09/Actitudes-y-percepciones-de-la-poblaci%C3%B3n-espa%C3%B1ola-sobre-el-Alzheimer_2023.pdf el 20 de febrero de 2024.
Harvard Medical School (2021). Two types of drugs you may want to avoid for the sake of your brain. Consultado online en https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/two-types-of-drugs-you-may-want-to-avoid-for-the-sake-of-your-brain el 20 de febrero de 2024.
Sophie Billioti de Gage, Yola Moride, Thierry Ducruet, Tobias Kurth, Helène Verdoux, Marie Tournier, Antoine Pariente, Bernard Begaud. Benzodiazepine use and risk of Alzheimer’s disease: case-control study. The BMJ (2014). DOI: https://doi.org/10.1136/bmj.g5205
Shelly L. Gray; Melissa L. Anderson; Sascha Dublin; et al. Cumulative Use of Strong Anticholinergics and Incident Dementia. JAMA Internal Medicine (2015). DOI: 10.1001/jamainternmed.2014.7663
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Fuente: www.mmmedicalpr.com